Ramón vuelve a Alemania




Este es Ramón. Inmigrante de segunda generación, profesional vaya.

Lugar de nacimiento: Algún pueblín de la cuenca del Nalón
Ubicación actual: Algún lugar de Alemania
Idiomas: Los que haga falta
Edad: 82
Aficiones:

  • Comer caramelos de toffee e intentar sacarlos de entre los dientes postizos con la lengua sin que nadie lo vea.
  • Chupar onzas de chocolate de hacer
  • Contar coches (por colores, marcas o modelos)
  • Dar paseos (en madreñes) por los parques, porque segun dice “aquí siempre ta to lleno foyeros”


Ramón había sido uno de aquellos imberbes que con poca cosa se vino en los 50 a Alemania. Aquí consiguió un buen trabajo, se casó con una manchega y tuvo 3 hijos hermosos.
A finales de los 70, las raíces y el apogeo económico de España tiran más que el frío alemán. Ramón, señora y el benjamín de la familia vuelven a Asturias.
El matrimonio abre una ferretería-bazar, con el desparpajo de Adelina y el renombre de calidad germana de importación las cosas van como la seda.
A los 65 se retiran para irse definitivamente al pueblo.

Los años pasan y poco a poco se van despidiendo amistades, los achaques van llegando y a Adelina, ya mayor, se la lleva una pulmonía.
La situación económica del país no anda muy pujante y el hijo de Ramón decide volver a Alemania con los hermanos y probar suerte.
Ramón ya está mayor y a su edad lo único que le importa es poder estar con la familia y sentirse querido.
Cambios, edad, adaptación... difícil, si claro, pero una última aventura, ver por fin a todos los hijos y nietos juntos. La única que le falta es Adelina, pero ella va a seguir faltando aquí y allí y eso no hay quien lo cambie.
No se lo piensa dos veces, se une al viaje y prepara los bultos dirección rumbo norte.

El equipaje básico: 6 cajas de zapatillas “sin-fin” rellenas de caramelos de toffee, una de chocolate de hacer “la cibeles” y otra de cordeles de fardu porque nunca se sabe...

Ahora Ramón pasea cada día en el parque, pilla constipados y ve la tele alemana pa sanar. Juega con los nietos roxinos mecíos, toma Glühwein a escondidas y tontea con las panaderas presumiendo de espíritu latino. A su edad aprendió a ver el fútbol en internet e invita a los antiguos compañeros alemanones que quedan enteros a ver los partidos de la liga.

Ramón, es muy grande...

Datos personales